Hay algo allá afuera
Amena, liviana y fugaz es “Súper 8”, producida Steven Spielberg, con la que logra recatar los valores del cine matiné de antaño.
No se si algunos recuerdan que hace algunos años a Talca llegaban solo 2 canales de televisión, y los días de lluvia exhibían películas clásicas por la tarde donde se reunía la familia a disfrutarlas comiendo una ricas sopaipillas. Eso lo primero que me vino a la mente cuando ví los primeros diez minutos de esta última cinta producida por Steven Spielberg y que es dirigida J.J.Abrams(Lost, Misión Imposible 3), llamada “Súper 8”. La cinta te conecta a programas emblemáticos de ese entonces, como “tardes de cine”, o “cine en su casa” de los ochentas, cargada de entretención blanca, con buenos efectos especiales pero por sobre todo con un claro mensaje de paz y tolerancia interplanetaria.
“Súper 8”, no le debe su nombre a aquella apetecida barra cubierta de cholotate, como escuche por ahí. Se debe a unos pequeños escolares amantes del cine a fines de los años setentas que comienzan la filmación con dichas cámaras caseras de rollo se películas de 8 mm creado justamente por la kodak para capturar momentos familiares y era la última moda en ese entonces. Cada uno de los niños cumple roles en esta filmación, aprovechan en una vieja estación y el trayecto del tren para ponerle mayor dramatismo a una secuencia de zombies para su novel film. Pero el extenso convoy se descarrila por un accidente desatando un apoteósico accidente donde los muchachos de milagro salen ilesos. Lo entretenido de todo es que la cámara se salva y siguió rodando. En uno de aquellos carros va una misteriosa carga que desaparece y la fuerza aérea toma el lugar debido a extraños sucesos que ocurren el en pueblo posterior al incidente. Ahora una criatura anda suelta.
El film en todo momento sugiere más que mostrar in situ a la criatura. Juega mucho con eso y basa la historia en simpáticos e histriónicos niños más un puñado de adultos. El film se asemeja mucho en este aspecto a filmes de los ochentas como los “Goonies” donde también un grupo de chicos tiene la aventura de sus vidas. Como referente también se podría considerara la excelente “Cuenta conmigo” de Rob Reiner, donde un grupo de pequeños también hacen de las suyas con increíbles peripecias.
J. J Abrams, el director del film, es también el creador de la historia. Este no se sonroja en emular todas las cintas de Spielberg como “ET” o “Encuentros cercanos del tercer tipo”, de hecho esta llena de guiños a toda la extensa carrera de este realizador lo que de paso la hace reconocible para un público y las nuevas generaciones. La cinta no tiene niveles de tensión grandiosos pero se deja ver encantado por la simpleza de la propuesta cinematográfica que apunta directo a ese niño extraviado en la adultez. A pesar de ser del cine industria, busca encantar a una platea aburrida de superhéroes y segundas partes en exceso. Busca en definitiva el pequeño placer de un reencuentro de la maravilla de sentarse con un pop corn frente a la pantalla grande y dejarse llevar por una trama sencilla, honesta y de ritmo vertiginoso, que rescata lo mejor de los seres humanos.
Es muy importante quedarse a ver los créditos finales, ahí verán terminada la película que trataban de filmar esos pequeños amantes del cine que serán recordados y pongan atención de la pequeña en Elle Fanning, la hermana de la famosa Dakota que trabajo con Spielberg en “La guerra de los Mundos”.
Calificación : Buena
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